(y cómo solucionarlo)
El «carrito abandonado» se produce cuando un cliente entra en tu ecommerce y añade determinados productos a su carrito pero se marcha sin comprar. Se va a comer croquetas, a bailar o a hacer el pino puente. Da lo mismo, el problema es que se marcha y se deja todos los productos ahí, sin comprar. Solos y desamparados. 🙁
Se entiende, entonces, que un carrito abandonado es como recibir un gol en contra en el minuto 90 cuando vas ganando 1-0: no es irreversible, pero algo que parecía que tuvieras en las manos, se te escapa. En términos analógicos o físicos, es el equivalente a que un cliente entre en una tienda física y se vaya de rositas, sin comprar nada.
Seguro que lo has entendido, pero sabes que nos gusta insistir así que añadiremos que el carrito abandonado es, en términos adjetivados e hiperbolizados, uno de los mayores dramas que le puede pasar a tu ecommerce.
La dimensión del drama es tal que, según datos de un estudio del Baymard Institute, el 69,80% de las personas que entran en el carrito de una tienda online lo dejan abandonado.
¿Cómo solucionar el drama del carrito abandonado?
Pongámonos en la situación de que haces todo bien: tus clientes están satisfechos con tu producto, has invertido una suma importante en el diseño de tu web, controlas tu inventario y controlas el proceso de envío de pé a pá. Pero se te quedan los carritos abandonados.
¿Cómo soluciono el problema? En dos palabras: correo electrónico. Según Getelastic, es una táctica muy eficaz de recuperación de ventas. El open rate es brutal: casi la mitad de los correos electrónicos de carritos abandonados se abren.
No te apresures y piensa cuál es la mejor opción. A fin de cuentas, el email marketing ante un carrito abandonado es una de las mejores oportunidades que te brinda el mercado. Procura que el email tenga un nombre que llame la atención, un buen contenido y unas buenas imágenes. Intenta hacer TODO bien.
La solución no es única y no radica exclusivamente en el correo electrónico. Puedes favorecer distintas respuestas al problema. Te va a ayudar tener una política de envíos transparente, la inclusión de más métodos de pago; también puedes introducir la compra sin necesidad de registro y también incorporar a cada producto una ficha que resuelva posibles dudas.
Otro hecho importante a tener en cuenta es no demonizar al cliente. Según esta entrada de Shopify, el 24% de los clientes arguyen que el “sitio web se colapsó” y el 15% argumenta que “el tiempo de espera se agotó”.
¿La clave? Poner el parche antes de que duela y tener una medicina preparada para solucionar la enfermedad tan pronto como aparezca.